DEL 14 AL 20 DE MARZO DE 2008
GRUPO: MARY, MARI, CARMEN, FEDE Y BELÉN, MARÍA JESÚS Y DIONI, CRISTINA Y NACHO, JUAN Y CARMEN, SALVA, PEDRO.
14 MARZO 08: VIERNES
Entre las 5:30 y las 6:00 llegamos todos al aeropuerto de Manises. Saldamos deudas atrasadas. Algún pequeño susto por un DNI caducado. A las 7:30 sale el vuelo FR9884 de Rayanair a Liverpool adonde llegamos a las 9:15 con 15 min de adelanto y con un pequeño susto en la frenada del aterrizaje. Tras recuperar el equipaje y facturarlo nos fuimos a la cafetería (aceptaban euros pero devolvían en libras). Foto con la escultura de John Lennon –que da nombre al aeropuerto- Algún cigarrillo al aire libre para pisar aire británico y ver un submarino amarillo, el trasiego de autobuses, un equipo de rugby con facha de celebración de St Patrick’s y un grupo de chicas con cuernos amarillos que celebraban una despedida de soltera. Sufrimos un registro digno de militantes del IRA.
13:00 Salida rumbo a Derry en el vuelo FR6432 del Grupo Lesma. (Fotos de la zona tras el despegue y desde el cielo de Derry).Llegamos a las 14:00. La pista comienza junto al mar y el aterrizaje fue algo anticipado. Nos esperaba Gerard con su furgoneta de pasajeros. Parada en el supermercado Dunnes Store de Letterkenny para proveernos de materia prima (bebida y bocadillos) para las marchas. De la ciudad se divisaba la aguja de la catedral de S.Eunan y la aguja de otra iglesia junto al lago. Admiramos el paisaje de suaves ondulaciones y verde manzana del norte de Irlanda con pequeños rebaños de ovejas merinas pastando en dehesas; sus iglesias y cementerios adjuntos, sus caseríos dispersos y hasta una boda junto a una iglesia circular.
Llegamos a Ardara. En el hotel la “landlady” nos preparó un té caliente. Salimos hacia el pub (era el Nancy’s?) donde había que registrarse. Primeras pintas de Guinnes y a la hora convenida nos registramos en las tres marchas difíciles (strenuous) 95€, tras una breve orientación de Paul:. Juan y Carmen en el paseo del primer día. Y a dormir para estar en forma.
15 DE MARZO 08: SÁBADO
Desayuno a las 8:00. Nos preparamos los bocadillos y mochilas y marchamos al Community Centre; concentración en la cancha de baloncesto con sesión oficial de fotos (de las que nunca más se supo). Paul nos explica el recorrido entre Teelin y Malinbeg pasando por Bunglass, 500 m de altura acumulada. Decidimos unirnos al grupo que procedería de Teelin a Malinbeg (otro grupo haría la ruta en sentido contrario). Tres microbuses; nosotros con Gerard. Pasamos la población de Carrick. La marcha comienza con una subida rápida (rompepiernas) y una larga senda escalonada con losas de piedra que nos dejará ante la visión amenazante de la panda del Slieve Liegue (acantilado más alto de Europa). No se ve la cumbre porque una niebla persistente nos la oculta. Lluvia, viento y frío. Llevamos puestos todos nuestros pertrechos: gorro, guantes, chubasquero completo. Los bancos de niebla se suceden con rapidez. Entre uno y otro podemos hacer alguna que otra foto rápida. En la cima del acantilado (cliff) una linde de poco más de un metro de ancho (One Man’s Pass) nos franquea en dos ocasiones el camino. No se ve el fondo, pero al pasar Paul nos recuerda no sin cierta sorna retadora: “six hundred metres on the left, six hundred metres on the right”: esa es la caída libre del vacío hasta donde rompe el oleaje. La falta de visibilidad nos facilitó el no sentir vértigo, pero desde ese día sueño despierto algunas pesadillas de atracción al vacío. Esta ruta supuso nuestro bautizo con un firme irlandés que esconde sorpresas: no hay camino, lo hacemos al andar y de paso hundimos nuestras botas en una hierba traicionera que nos impide ver el agua que la encharca y los agujeros (holes) que a veces abre el agua en la tierra pero inadvertidos para el que camina. A esa sensación pesada de hundir los pies en el agua-fango-hierba la llamamos a partir de entonces “chop, chop”. En la bajada y ya aclarada la niebla, fotografiamos los precipicios y la cumbre que habíamos dejado atrás y una especie de fortín de piedra que debería de ser los que llaman el “giant’s chair”. Los guías llevaban cintas para significarse, algunos de tantos colores como veces habían escalado esta altura. A mitad de camino nos cruzamos con el grupo que había iniciado la ruta en Malinberg. Llegamos al bus bastante mojados y ateridos. Tras una ducha reconfortante volvimos a ser nosotros mismos. Cena tipo desayuno (tostadas, zumo, té) más un plato de bacon y huevo... nos devolvió el ánimo. Marchamos a un pub donde un trío tocaba y cantaba música folk en directo. Ocupamos un reservado frente a la barra. En Ardara tomábamos las pintas a 4€ y las medias pintas a mitad de precio. Luego en Dublín se encarecería cada una en un euro. De vuelta al hotel nos dedicamos a secar las botas con los secadores de pelo y los radiadores. Cada oveja dormía con su pareja, excepto Salva y yo que compartíamos habitación; y las dos Marías y Carmen que estaban en el albergue en una habitación más incómoda, pobrecillas. La ropa húmeda se la dimos a la señora del hotel para que la colgara en una sala caldeada.
Juan y Carmen habían tenido su correspondiente sesión de marcha por los famosos “cottages”, paseo que resultó más largo de lo anunciado. Pero tuvieron tiempo de darse una comida, una siesta y el té de la landlady.
16 DE MARZO 2008: DOMINGO
Segunda marcha difícil (strenuous), esta vez algo más al norte que ayer, también por la costa: entre Port y Maghera: las 6 horas se convirtieron casi en 8 con una altura acumulada de 880 m. Unos 90 senderistas. Día seco (ya no nos volvería a llover en el resto de nuestra estancia en Irlanda). Pero fue un día de frío y viento; toda la marcha se desarrolla por los acantilados, más suaves que los del día anterior, con buenas vistas sobre las ensenadas que se abren en el mar surcadas de islotes o peñascos. Las subidas son constantes, con abundancia de “chop, chop” y de hoyos, muy resbaladizo debido a las lluvias precedentes y al hecho de que la tierra ya no admite más agua; hay grandes extensiones de turba que sobresale entre medio y un metro y que hay que escalar y descender constantemente.
17 DE MARZO 08: LUNES, ST PATRICK’S DAY
Ruta por el Parque Nacional Glenveagh y los montes de Derryveagh. Fuimos 35 excursionistas. Se hizo en 6 horas, media hora menos de lo calculado, con un ascenso acumulado de 750 m. En la primera escalada el que suscribe metió la pata en un agujero y se dio un golpe en la rodilla que se le puso como un balón; no tuvo más remedio que callarse y aguantar el mal trago; con unos masajes bajó la hinchazón y pudo proseguir el camino.
ARDARA-DUBLIN 18 MARZO 08
A las 6.00 ya estábamos en la furgoneta de Gerard rumbo a Donegal; misma dirección que si fuéramos a Killybegs pero poco antes se desvía a Inver para llegar a Donegal y a su miniaeropuerto: minisala de espera, minifacturación (no hubo problemas de peso, por suerte) y el pequeño susto de alguien que no encontraba la documentación –costó de tan bien escondida como estaba- Superada la sorpresa iniciamos el vuelo RE202G de AerAran que atraviesa Irlanda dirección NW-SE y entramos en la bahía de Dublín del que vemos perfectamente el puerto desde el aire. Tomamos el bus aeropuerto-Dublín con billete de ida y vuelta que nos desembarcó en O’Connell Street, cerca del monumento a la luz y junto a la estatua de James Joyce con quien algunos nos hicimos la correspondiente foto. Caminamos arrastrando nuestras maletas hacia el río: pasamos por el edificio de Correos con la placa conmemorativa de la declaración de independencia; en el centro de la calle un carril peatonal con unas esculturas cibernéticas de hombre o mujer en movimiento. Grandes almacenes, tiendas de ropa, Cruzamos al otro lado de la calle por delante del monumento a O’Connell y cruzamos el puente por su lado occidental para por Aston Quai (pegado al río Liffey) llegar a Anglesea St que es donde está el albergue.
DUBLIN 19 MARZO 08
Me desperté a las 6:00. Así que a las 6:30 salí a dar un paseo matinal por Dublín. Me recorrí toda Grafton St. Los primeros trabajadores marchaban con prisa hacia su destino. La calle peatonal estaba vacía (a la vuelta la veré toda ocupada por los camiones de reparto). La calle desemboca en St Stephen’s Green. Recorrí su ala norte, pasé por delante del hotel Shelbourne: sobre su verja corrida, unos pilares rematados en bronces representando mujeres nubias portalámparas. Su entrada con puerta giratoria nos deja en un vestíbulo con bellas lámparas de lágrimas de cristal; estancias de lujo y clientes de alto estándin, conserje con sombrero de hongo. En una esquina un monumento megalítico en honor de Tone (dirigente nacionalista) al que llaman Tonehenge por similitud con Stonehenge (sur de Inglaterra) Cogí un periódico gratuito; la noticia del día es el atropello de dos chicas irlandesas en una ciudad italiana por un chófer que superaba en tres veces la tasa de alcohol. Por Merrion Street Upper desemboco en Merrion Square. Le doy una vuelta fijándome en los pórticos georgianos de sus casas, sus balcones de hierro forjado, sus sótanos típicos con escalera exterior de acceso, sus verjas de hierro. De vez en cuando una placa en que figura el personaje que vivió en dicha casa (O’Connell, Yeats, Wilde). En Merrion Sq West están los edificios de la National Gallery y del Parlamento. Vuelvo deshaciendo mis pasos por el mismo camino al albuergue. Desayuno continental a las 8:00 (por suerte menos continental que los que sirven en Inglaterra).
DUBLIN 20 MARZO 08
A las 6:30 le propuse a Juan ir a dar un breve y fresco paseo de despedida. Así que atravesamos Temple Bar, el puente O’Connell y por Bachellors Walk (calle del tranvía) regresamos cruzando el puente del medio penique. Nuestros pasos en Dublín estaban contados. Recogimos y a las 7:00 salíamos todos arrastrando nuestros bultos por los adoquines recién amanecidos en dirección al O’Connell Bridge, pasamos el Monumento a O’Connell, seguimos por la izquierda de O’Connell St hasta un poco más arriba de Correos. Allí el autobús de doble techo nos recogió para descabalgarnos en el aeropuerto.