Wednesday, December 02, 2009
VÍCTOR JARA, 36 AÑOS DESPUÉS
1973. Mis comienzos universitarios. Recuerdo mi efervescencia revolucionaria en aquellos años anteriores de ascenso social y político de Allende y de las voces que en Suramérica le anticipaban o anunciaban, sobre todo los cantautores chilenos y argentinos que propugnaban una recuperación folklórica de su música y poesía voceando la justicia social y la igualdad de los trabajadores. Todo aquello lo sajó de un tajo un largo y cruento golpe de estado. Países hermanados seguían el ejemplo de la madre patria en el 39. Y allí se acabó una brizna de libertad y esperanza naciente que hubiera podido precipitar aún más la decadencia de nuestro decrépito régimen. Luego, lo consabido. La dictadura todo lo tizna y contagia de un rencor sumergido que no halla otra salida que los mil planes posibles para abatirla, siempre en lucha permanente con el otro, con el de la otra ideología, con el que humilló su cerviz a costa de su libertad y a ganancia de su felicidad material y su tranquilidad de no ser investigado o perseguido. Y de ahí sólo nace otra lucha ronca y subterránea que nunca converge con ninguna otra corriente. El vacío, la desilusión, el refugio en el yo propio, en la intimidad personal y que el mundo se despeñe por donde le plazca. Y la esperanza casi inútil de una justicia a largo plazo que pueda traer cierta serenidad a los ánimos de los familiares de represaliados. Las madres de mayo argentinas, los familiares de desaparecidos en Chile, las fosas comunes, los tiros a ruleta rusa, los empujones desde los vuelos de la muerte hacia un mar inmisericorde de donde no cabe rescate posible. El sufrimiento multiplicado por mil e inútil del hombre por el hombre. Cualquier filosofía y teología se queda corta para explicar esta persecución sin fin. Hoy sorprende y asquea este comportamiento. Hay ejemplos inmediatos, aún ahora, de comportamientos abominables individuales de lo que podemos ser. Nadie podría después de tanto mal amontonado año tras año y siglo tras siglo aseverar que nada de lo que se ha producido no se volverá a producir. Vivimos en nuestra pequeña tregua de exclusión de guerra y persecución; pero en muchos lugares de este mundo eso nunca se ha producido y en los que está más o menos instalado ¿por cuánto tiempo? La desolación y la provisionalidad, junto con la desconfianza en el hombre, anegan el sentimiento de pesimismo. La recuperación del pasado, la justicia tardía y contra nadie, pero justicia al fin, nos reconcilia con lo mejor de ese sentimiento, aunque el odio innato no pueda contenerse por haber dado en alguno de sus blancos. Pero no es el odio cumplido el que nos ennoblece. Es la culminación de alguna sombra de justeza en el convencimiento de lo que nunca debiera haber sucedido. Divagaría así por rutas inexploradas de las que tal vez solo yo podría dar cuenta en un monólogo alocado e insensato… Pero la recuperación de los restos de Víctor Jara, con el que tanto cantamos, remedando a Miguel Hernández, me reconcilia con el otro Pedro, aquel ser noble, ingenuo y convencido de cierta fuerza para cambiar un mundo que siempre repugna al que empieza a pensar. Por eso, yo también pienso que sería necesario recuperar e identificar los restos de García Lorca y de tantos otros. Saldrían así a la luz muchos fantasmas del pasado. A los verdugos… el olvido más absoluto que acalla al menos al rencor y a la exclusión del perdón.
No me deja indiferente, no, la recuperación de su memoria. De Víctor Jara nos queda aún su voz firme y esperanzada. Y la melodía de aquella Amanda que iba a verse cinco minutos con su amado a la fábrica tal vez a acercarle la merendera con el bocado de cada día.
"I am moved more and more by what I see around me...the poverty of my own country, of Latin America and other countries of the world; I have seen with my own eyes memorials to the Jews in Warsaw, the panic caused by the bomb, the disintegration that war causes to human beings and all that is born of them...But I have also seen what love can do, what strength of a person who is happy can achieve. Because of all this, and because above all I desire peace, I need the wood and strings of my guitar to give vent to sadness or happiness, some verse which opens up the heart like a wound, some line which helps us all to turn from inside ourselves to look out and see the world with new eyes." (De una entrevista a Víctor Jara)
Sunday, November 15, 2009
OTRA VEZ SERÁFICS: ENCUENTRO DEL 14 DE NOVIEMBRE
Al fin, el 14N, aunque con la ausencia dolorosa de quien propició dicho encuentro, Manuel Bas, hacia quien nuestra tertulia se volvía asiduamente con nuestra solidaridad y profundo sentimiento de hermandad y compañía en estos penosos momentos de su vida. Gracias, amigo, por este encuentro que a ti se debió. Y que la serenidad se instale en tu alma después de la dura embestida de la vida en estos últimos meses. Aguardamos mejor ocasión para repetirlo contigo. Sobre las 11 de la mañana fuimos progresivamente apareciendo con mejor o peor suerte según la calidad de los tomtomes pues bien pocos supieron dar con las coordenadas cartográficas en que se sitúa el lugar del encuentro. Por más señas, un pino grande y los contenedores de basura y las palmeras para suplir a los artefactos de la técnica: como buscar una aguja en un pajar. Pero sobre las 12 ya estábamos todos reunidos. Los abrazos y en seguida a la faena: el almuerzo de morcillas, chorizos, longanizas, cafelito y pasteles. Charlas, recuerdos, muchos recuerdos... sobre todo con aquellos que hacía más tiempo de desencuentro: Ramón y Bernabeu de Cox. Aunque el tiempo ha pasado una pátina de nieve sobre todas las cabezas y sobre muchas también una guadaña con que despejar nuestras frentes, pero allí estábamos todos reconocibles: Mora, Agulló, Pacheco, Rael, Valentín, Bernabeu, Ramón, Berenguer, Martorell, Julio, Pedro y Simón que se reincorporó algo más tarde, pero a tiempo de la comida principal.
Dos novedades: abrimos la página blog de nuevo para Seráfics y prometo a Agulló un lenguaje menos barroco y retórico. Intentaré poco a poco ir retirando del blog aquella parte última que he llenado con mis soliloquios y queda abierta e inaugurada de nuevo la página para acogida de todas las colaboraciones que se os antojen. Lo mejor por ahora es que me enviéis por email las colaboraciones y yo las publicaré. Si alguien tiene la foto en blanco y negro de la Magdalena vista desde el camino de Massamagrell de los años 60 con que ilustré al principio la cabecera de esta página que me la envíe para volverla a poner en su sitio y el embrujo que me causa el Partenón pasará a ilustrar otra página más personal.
Dos novedades: abrimos la página blog de nuevo para Seráfics y prometo a Agulló un lenguaje menos barroco y retórico. Intentaré poco a poco ir retirando del blog aquella parte última que he llenado con mis soliloquios y queda abierta e inaugurada de nuevo la página para acogida de todas las colaboraciones que se os antojen. Lo mejor por ahora es que me enviéis por email las colaboraciones y yo las publicaré. Si alguien tiene la foto en blanco y negro de la Magdalena vista desde el camino de Massamagrell de los años 60 con que ilustré al principio la cabecera de esta página que me la envíe para volverla a poner en su sitio y el embrujo que me causa el Partenón pasará a ilustrar otra página más personal.
Vino luego el turno de las clóchinas, enormes y carnosas, recordándonos con sus insinuante melaza los pecados de la carne a que fuimos ajenos durante mucho tiempo. Y luego el de los langostinos, oriundos de la zona, más tersos y con más sabor de mar que los de Vinaroz, en decir de Agulló, experimentado en subastas de pescado y lonjas. Y la paella de marisco de la que poco puedo decir porque no le haría justicia a su belleza plástica y a su placer degustativo. Mejor que lo veáis en alguna de las fotos ilustrativas. Y otro café y más pastas: excelentes unos almendrados salidos de las manos de la mujer de Mora. Siempre ellas, imprescindibles, muchas veces en la sombra. Para evitar la somnolencia del empacho Julio y Pacheco nos deleitaron con algunas melodías valencianas a la dolçaina -algo estridente por la caña aún seca- que no gustó tanto al gato y a los perritos que se escabulleron en busca de mejores siestas.
Hablamos de todo y de todos los que se nos vinieron a la cabeza con el humor que el vinillo con que regábamos nuestros ágapes (porque fueron dos) nos iba contagiando y soltando nuestras lenguas. Aunque Valentín es un primer espada en esto de tertuliar, tal vez porque mantiene la más privilegiada de las memorias con detalles que hasta los directos implicados habíamos olvidado. La buena sintonía entre personas, entorno idílico y manduca hizo todo lo demás. Sólo hizo falta instalar una mesa en medio de una hacienda entre palmeras, junto a un paellero de diseño, al lado de la piscina y la cancha de baloncesto en la que solo a unos pocos les entraron los tiros ensayados en la Montanyeta al estilo de los héroes de entonces: Emiliano y Sevillano. Lástima que no estuviera Velázquez, pues él fue su mejor discípulo y nos hubiera deleitado con sus triples, pero tuvo la gentileza de llamarnos en plena sesión. Un abrazo en la distancia. Se pasó también por allí unos minutos para el saludo el hermano de Pascual con la misma silueta elegante y casi silente que le recuerdo por la Montañeta.
Hablamos de todo y de todos los que se nos vinieron a la cabeza con el humor que el vinillo con que regábamos nuestros ágapes (porque fueron dos) nos iba contagiando y soltando nuestras lenguas. Aunque Valentín es un primer espada en esto de tertuliar, tal vez porque mantiene la más privilegiada de las memorias con detalles que hasta los directos implicados habíamos olvidado. La buena sintonía entre personas, entorno idílico y manduca hizo todo lo demás. Sólo hizo falta instalar una mesa en medio de una hacienda entre palmeras, junto a un paellero de diseño, al lado de la piscina y la cancha de baloncesto en la que solo a unos pocos les entraron los tiros ensayados en la Montanyeta al estilo de los héroes de entonces: Emiliano y Sevillano. Lástima que no estuviera Velázquez, pues él fue su mejor discípulo y nos hubiera deleitado con sus triples, pero tuvo la gentileza de llamarnos en plena sesión. Un abrazo en la distancia. Se pasó también por allí unos minutos para el saludo el hermano de Pascual con la misma silueta elegante y casi silente que le recuerdo por la Montañeta.
Entonces sacó Miguel un álbum de fotos del año de la picor (principios de los 60) y allí fue querer adivinar quién era quién y acordarse de muchos ausentes y desaparecidos. Ramón y Bernabeu todavía se hacen cruces al recordar la anécdota intranscendente pero de alcance insospechado por la que yo me vi privado de su compañía hasta hoy. La dictadura del momento se instaló también en la cuadratura de las mentes ofuscadas por la severidad religiosa que no conocía de sentimientos personales y de comprensión y menos aún de psicología infantil. Cuando la luz del día se iba esfumando precipitadamente por culpa del último ajuste otoñal de los relojes se nos vimo a las mientes que teníamos familia (mujeres e hijos) que también nos estaría reclamando y empezamos a recoger. Con los humos de los tubos de escape otra vez en ebullición hurgando en el dédalo de carreterillas de aquel palmeral de Elche, se esfumó el encanto y tornó a instalarse la nostalgia. (Perdón, Agulló, por saltarme mi propósito en esta última frase; pero es que la cabra tira al monte). Ya con la noche y las estrellas sobre nuestras cabezas buscamos nuestros retornos. Y creo que todos en ese instante nos acordamos de otra noche más oscura junto a un lago en algún lugar de Suiza.
Wednesday, October 28, 2009
FADO, FADO, OH FADO
Qué embrujo tenga el fado que estremece mis intresijos y los conmociona, aún no lo sé. Pero las nuevas hornadas se van mejorando unas a otras y hemos llegado casi al éxtasis y a la cima de su interpretación. Amalia Rodriguez -tan divina ella; perdonémosle sus ideologías- fue quien mejor lo definió:
"Amor, celos,
ceniza y fuego,
dolor y pecado.
Todo esto existe;
todo esto es triste;
todo esto es fado".
Ya he dejado constancia de Dulce Pontes y de Mariza en estas páginas. Ahora se abre a ellas una voz nueva, pero madura y sentida como la de Mafalda Arnauth. Un El País reciente le hizo justicia dedicándole una página de entrevista en este enlace:
Artículo de El País sobre Mafalda Arnauth
Ved qué interpretación de "O mar fala de ti" -qué entrañable frase-
O mar fala de ti. M.Arnauth
"Amor, celos,
ceniza y fuego,
dolor y pecado.
Todo esto existe;
todo esto es triste;
todo esto es fado".
Ya he dejado constancia de Dulce Pontes y de Mariza en estas páginas. Ahora se abre a ellas una voz nueva, pero madura y sentida como la de Mafalda Arnauth. Un El País reciente le hizo justicia dedicándole una página de entrevista en este enlace:
Artículo de El País sobre Mafalda Arnauth
Ved qué interpretación de "O mar fala de ti" -qué entrañable frase-
O mar fala de ti. M.Arnauth
Thursday, October 15, 2009
BLOGS QUE SON JOYAS
Publico aquí el enlace a un blog que ha remasterizado discos de vinilo de la música popular suramericana (sobre todo Argentina, Chile y Uruguay) de los años 60, 70 y 80, fundamentalmente. Dicha música es descargable en archivos .rar que hay que descomprimir luego a mp3 con cualquier descompresor; el más afamado es WINZIP, si no dispones de él, 7-ZipPortable está disponible y gratis en internet. Los Trovadores, Mercedes Sosa -que recién se escabulló hacia solo el recuerdo- Soledad Bravo, Ramona Galarza, Alfredo Ortiz, Horacio Guarany, Ginette Acevedo... canciones de Atahualpa Yupanki. Un buen favor que nos hace este buen amigo Rafael.
CLICK HERE, PLEASE
Aquí un homenaje póstumo a Mercedes Sosa. Los coros de esta canción nos preparan para esa música celestial a la que te has escabullido. La peregrinación
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Aquí un homenaje póstumo a Mercedes Sosa. Los coros de esta canción nos preparan para esa música celestial a la que te has escabullido. La peregrinación
Tuesday, October 13, 2009
MONTAÑA ENTRE DOS FADOS
CANÇAO DO MAR. Fado por Dulce Pontes
Es una original manera de enmarcar una marcha por el monte. El primer fado, uno que ya cantó la gran Amalia Rodrigues, ahora interpretado por la inconmensurable Dulce Pontes. Bailar, soñar, cantar, enamorarse con el mar de fondo y con un mar celoso y absoluto al que hay que ocultar nuestras querencias. El de cierre es de otra gran artista portuguesa, Mariza; su canto, Gente da minha terra. La voz quebrada del fado, aterciopelada por la feminidad de las cuerdas vocales que lo suspiran, se cuela hondo, hondo en algún recoveco del alma. La tristeza fádica, la nostalgia de los anhelos no vividos, la recibimos del pueblo, del terruño, de la madre que nos parió.
Y todo esto para decir, para decirme, que el domingo pasado volví a mi monte, al Águila de la Calderona donde bien pudo haber tenido lugar una de las tres tentaciones, la que termina "todo esto te daré, si postrado me adorares", porque lo que la vista abarca es merecedor de codicia: en línea con el pico toda la sucesión de cabezas que conforman esta serranía, desde Alcublas hasta Sagunto con el Gorgo, Tristán, Rebalsadores y el Garbí como hitos. De frente, el otro gran pulmón de esta tierra que no solo aroma el azahar; también el cantueso, la jara y los romeros y tomillos. El Espadán que deja, en una breve humillación de su lomo, entrever allá lejos la desproporción del Penyagolosa. Una serranía que se presenta a la vista desde el alto del Ragudo hasta perderse y arrodillarse a espaldas de Almenara, habiendo entreabierto su espinazo por Vall d'Uixó para dejar también entrever la dispersión de las Columbretes. Con una sucesión interminable de picos, altos, cumbres recortadas, galgos estáticos encantados por un hechizo mágico en el momento de saltar en jauría: el Santa Bárbara, La Rápita por detrás de Castellnovo, el pico Espadán (que da nombre a toda la sierra) por encima de Almedíjar, El Bellota, el Tarraguán remontando Azuébar, el Pipa que ya goza del espectáculo directo de las islas Columbretes. Y los dos pulmones se juntan en el llano de Sagunto donde desemboca el Palancia que ha venido separando ambas cordilleras con la dispersión de pueblos que beben de sus orillas: Segorbe, Soneja, Sot de Ferrer con la enorme cúpula de su iglesia barroca y la gracia de su palacio renacentista. Subí con mis buenos amigos Luis, Mary y Carmen al monte Rodeno para aventurarnos perdiendo el miedo al vértigo sobre sus cantiles cabalgados que amenazan con avalancharse sobre la carretera que va a Altura y el barrio de la Tejería. Allí reposamos tras la ascensión tumbados sobre los omoplatos de las piedras para departir y admirar. Tras el descenso y a requerimiento mío subimos al Águila por la cara oeste, por la que hay que trepar y escalar y meterse entre aliagas, zarzales y carrascas. El esfuerzo merece la pena. A medida que ascendemos se nos presenta a la vista toda la palma de territorio que hay entre Liria y Casinos y entre este y Alcublas y la Cueva Santa . Escalamos el último tramo de piedra de rodeno que nos encarama al alto donde está el punto geodésico. Sólo 878 metros de altura pero que se convierten en el mejor observatorio de la serranía castellonense: todo el despliegue cartográfico con que he comenzado esta reflexión. Todavía no se han desplomado las nubes negras y amenazantes que ya se ven venir y que desde el día siguiente van a sumir a la zona en un diluvio pertinaz. Allí, al arrimo del punto geodésico y de la caseta del forestal, tomamos un almuerzo compartido con café incluido. En esa misma caseta pasé largos ratos de charla sobre la vida y los montes con Juan el forestal, un buenhombre de Segorbe de ciencia infusa sobre la madre naturaleza, alguien machadianamente bueno. Ya ha cambiado por la edad las cumbres por la llanura que aún patea en su jeep con su misma intención de mantenimiento de la herencia paisajística de estos parajes. En los largos momentos de tedio silencioso frente al misterio de la montaña y el paciente aguante de sus iras, tempetades, rayos y truenos, donde cualquier otro se hubiera aburrido mortalmente, este buen funcionario del dios Pan se entretuvo plasmando en once folios todo el paisaje que veía a su alrededor, detallando cada nombre, cada accidente geográfico, cada localidad y camino. Poseo una copia de tan valioso documento que los funcionarios que le han seguido casi ni tienen en consideración. Bendito hombre.
Es una original manera de enmarcar una marcha por el monte. El primer fado, uno que ya cantó la gran Amalia Rodrigues, ahora interpretado por la inconmensurable Dulce Pontes. Bailar, soñar, cantar, enamorarse con el mar de fondo y con un mar celoso y absoluto al que hay que ocultar nuestras querencias. El de cierre es de otra gran artista portuguesa, Mariza; su canto, Gente da minha terra. La voz quebrada del fado, aterciopelada por la feminidad de las cuerdas vocales que lo suspiran, se cuela hondo, hondo en algún recoveco del alma. La tristeza fádica, la nostalgia de los anhelos no vividos, la recibimos del pueblo, del terruño, de la madre que nos parió.
Y todo esto para decir, para decirme, que el domingo pasado volví a mi monte, al Águila de la Calderona donde bien pudo haber tenido lugar una de las tres tentaciones, la que termina "todo esto te daré, si postrado me adorares", porque lo que la vista abarca es merecedor de codicia: en línea con el pico toda la sucesión de cabezas que conforman esta serranía, desde Alcublas hasta Sagunto con el Gorgo, Tristán, Rebalsadores y el Garbí como hitos. De frente, el otro gran pulmón de esta tierra que no solo aroma el azahar; también el cantueso, la jara y los romeros y tomillos. El Espadán que deja, en una breve humillación de su lomo, entrever allá lejos la desproporción del Penyagolosa. Una serranía que se presenta a la vista desde el alto del Ragudo hasta perderse y arrodillarse a espaldas de Almenara, habiendo entreabierto su espinazo por Vall d'Uixó para dejar también entrever la dispersión de las Columbretes. Con una sucesión interminable de picos, altos, cumbres recortadas, galgos estáticos encantados por un hechizo mágico en el momento de saltar en jauría: el Santa Bárbara, La Rápita por detrás de Castellnovo, el pico Espadán (que da nombre a toda la sierra) por encima de Almedíjar, El Bellota, el Tarraguán remontando Azuébar, el Pipa que ya goza del espectáculo directo de las islas Columbretes. Y los dos pulmones se juntan en el llano de Sagunto donde desemboca el Palancia que ha venido separando ambas cordilleras con la dispersión de pueblos que beben de sus orillas: Segorbe, Soneja, Sot de Ferrer con la enorme cúpula de su iglesia barroca y la gracia de su palacio renacentista. Subí con mis buenos amigos Luis, Mary y Carmen al monte Rodeno para aventurarnos perdiendo el miedo al vértigo sobre sus cantiles cabalgados que amenazan con avalancharse sobre la carretera que va a Altura y el barrio de la Tejería. Allí reposamos tras la ascensión tumbados sobre los omoplatos de las piedras para departir y admirar. Tras el descenso y a requerimiento mío subimos al Águila por la cara oeste, por la que hay que trepar y escalar y meterse entre aliagas, zarzales y carrascas. El esfuerzo merece la pena. A medida que ascendemos se nos presenta a la vista toda la palma de territorio que hay entre Liria y Casinos y entre este y Alcublas y la Cueva Santa . Escalamos el último tramo de piedra de rodeno que nos encarama al alto donde está el punto geodésico. Sólo 878 metros de altura pero que se convierten en el mejor observatorio de la serranía castellonense: todo el despliegue cartográfico con que he comenzado esta reflexión. Todavía no se han desplomado las nubes negras y amenazantes que ya se ven venir y que desde el día siguiente van a sumir a la zona en un diluvio pertinaz. Allí, al arrimo del punto geodésico y de la caseta del forestal, tomamos un almuerzo compartido con café incluido. En esa misma caseta pasé largos ratos de charla sobre la vida y los montes con Juan el forestal, un buenhombre de Segorbe de ciencia infusa sobre la madre naturaleza, alguien machadianamente bueno. Ya ha cambiado por la edad las cumbres por la llanura que aún patea en su jeep con su misma intención de mantenimiento de la herencia paisajística de estos parajes. En los largos momentos de tedio silencioso frente al misterio de la montaña y el paciente aguante de sus iras, tempetades, rayos y truenos, donde cualquier otro se hubiera aburrido mortalmente, este buen funcionario del dios Pan se entretuvo plasmando en once folios todo el paisaje que veía a su alrededor, detallando cada nombre, cada accidente geográfico, cada localidad y camino. Poseo una copia de tan valioso documento que los funcionarios que le han seguido casi ni tienen en consideración. Bendito hombre.
Este mismo sitio me inspiró el que es hasta ahora mi penúltimo poema (el último y que me agotó el numen fue una elegía a la muerte de mi madre) y que grabé a navaja en esa misma caseta del forestal ya tan desvaída que casi no se disciernen las letras y que me esmeré en retener en la memoria. Eso fue un 22 de enero de 2002.
Como no llevábamos cámara pongo unas fotos de archivo. Intentábamos crestear por toda la sierra circundante, pero un cierto cansancio acumulado de la excursión del día anterior y la amenaza de lluvia nos hizo interrumpir a mitad de camino la vuelta por los molinos de Iranzo y la Ceja que dejamos para otro momento.
Atardecer en el Pico.
(Impromptu tras una ascensión al Águila)
Vivir desde la altura
el mar que se adivina
detrás de la calígine
al par de las montañas.
Sumergirse en el valle
que se hunde en las sombras
donde el lobo al acecho
urde las emboscadas.
Y exponerse a la luna
que imparcial en el cielo
anticipa la noche
cargada de nostalgias.
Segorbe es sólo un hito
de torres mercenarias
que apuntan con sus rezos
al dios Peñagolosa.
Aquí el viento susurra
la voz de las alturas
e impone su silencio
en el alma extasiada.
¿Por qué perecedero
se incrementa el hechizo
de embelesos caducos
y señuelos falsarios?
Por remontar el vuelo
hacia el azul distante
espolearía al viento
con las alas del águila.
“No temas, caminante,
ya está andado el camino
y en un cielo lejano
dios duerme tu secreto.”
GENTE DA MINHA TERRA. Fado por Mariza
Atardecer en el Pico.
(Impromptu tras una ascensión al Águila)
Vivir desde la altura
el mar que se adivina
detrás de la calígine
al par de las montañas.
Sumergirse en el valle
que se hunde en las sombras
donde el lobo al acecho
urde las emboscadas.
Y exponerse a la luna
que imparcial en el cielo
anticipa la noche
cargada de nostalgias.
Segorbe es sólo un hito
de torres mercenarias
que apuntan con sus rezos
al dios Peñagolosa.
Aquí el viento susurra
la voz de las alturas
e impone su silencio
en el alma extasiada.
¿Por qué perecedero
se incrementa el hechizo
de embelesos caducos
y señuelos falsarios?
Por remontar el vuelo
hacia el azul distante
espolearía al viento
con las alas del águila.
“No temas, caminante,
ya está andado el camino
y en un cielo lejano
dios duerme tu secreto.”
GENTE DA MINHA TERRA. Fado por Mariza
Una canción que siempre me ha fascinado (la música griega me hipnotiza) es "Omorphi poli" cantada por María Farantouri (pero no parece que esté publicada en Youtube). Os la brindo aquí por Dulce Pontes y un cantante griego.
OH CONSOLADORA Y NOSTÁLGICA MÚSICA GRIEGA
(Artículo en proceso de elaboración: sirtaki- rebétiko- buzuki)
Είχα κάποτε μια αγάπη θάλασσα πλατιά
I had once a love, wide sea
Αεράκι δίχως ψύχρα φεγγαράκι μες στη νύχτα
Wind without cold, moon in the night
Και στον ουρανό μου ξαστεριά
and in my heaven fair weather
Τώρα που' ναι η αγάπη και τ' αγέρι μου
Now where is my love and my wind
Όλα τα' χω μα δεν έχω πια το ταίρι μου
I have everything,but not my mate
Όποιος ξέρει από αγάπη να' ρθει να με βρει
Anyone who knows love,should come and find me
Να μου πει γιατί θα πρέπειto
tell me why you have to
Να πονάς όταν θα φεύγει
be in pain when she goes
Και σου παίρνει την καρδιά μαζί
and takes your heart with her
Είχα κάποτε μια αγάπη θάλασσα πλατιά
I had once a love, wide sea
Αεράκι δίχως ψύχρα φεγγαράκι μες στη νύχτα
Wind without cold, moon in the night
Και στον ουρανό μου ξαστεριά
and in my heaven fair weather
Τώρα που' ναι η αγάπη και τ' αγέρι μου
Now where is my love and my wind
Όλα τα' χω μα δεν έχω πια το ταίρι μου
I have everything,but not my mate
Όποιος ξέρει από αγάπη να' ρθει να με βρει
Anyone who knows love,should come and find me
Να μου πει γιατί θα πρέπειto
tell me why you have to
Να πονάς όταν θα φεύγει
be in pain when she goes
Και σου παίρνει την καρδιά μαζί
and takes your heart with her
Aquí, una buena selección de buenas melodías helénicas.
Tis agapis maxairia" performed by Kostas Karafotis
Lupamai Eilikrina by Elli Kokkinou
Y dos enlaces de Glykeria y una tercera de propina con Paskalis Terzis
TZIVAERI by Glykeria
Mehri na ginoume aggeloi by Glykeria
Glykeria y Paschalis Terzis
KYKLOS by Glykeria
Buscad cantantes griegos (elines tragudistés) en youtube y escuchad algún título al azar. Os sorprenderá. Aquí tenéis un enlace a una página en que pinchando en los autores que allí aparecen escucharéis parte de un tema suyo (es inmediata la carga); pero la lista no está actualizada. La canción que aparece en Theodorakis es "sublime".
ELINES TRAGUDISTÉS
THE SORROW OF LOVE by W.B.Yeats
Descargar en mp3 este poema recitado en este link:
The Sorrow of Love by W.B.Yeats
The quarrel of the sparrow in the eaves,
The full round moon and the star-laden sky,
And the loud song of the ever-singing leaves,
Had hid away earth's old and weary cry.
And then you came with those red mournful lips,
And with you came the whole of the world's tears,
And all the sorrows of her labouring ships,
And all the burden of her myriad years.
And now the sparrows warring in the eaves,
The curd-pale moon, the white stars in the sky,
And the loud chaunting of the unquiet leaves,
Are shaken with earth's old and weary cry.
(La traducción es propia)
La disputa del gorrión en el alero,
La redonda luna llena y el cielo cargado de estrellas,
Y la estridente salmodia de las hojas siempre parlanchinas
Habían ocultado el viejo y cansino grito de la tierra.
Y entonces llegaste tú con esos labios cárdenos y afligidos
Y contigo vino todo el lloriqueo del mundo,
Y todas las penas de su laboriosa carga,
Y todo el peso de sus miriadas de años.
Y ahora los gorriones altercando en el alero,
La luna pálida como el cuajo, las plateadas estrellas del cielo,
Y la pesada salmodia de las hojas inquietas
Son sacudidas por ese viejo y cansino grito de la tierra
The Sorrow of Love by W.B.Yeats
The quarrel of the sparrow in the eaves,
The full round moon and the star-laden sky,
And the loud song of the ever-singing leaves,
Had hid away earth's old and weary cry.
And then you came with those red mournful lips,
And with you came the whole of the world's tears,
And all the sorrows of her labouring ships,
And all the burden of her myriad years.
And now the sparrows warring in the eaves,
The curd-pale moon, the white stars in the sky,
And the loud chaunting of the unquiet leaves,
Are shaken with earth's old and weary cry.
(La traducción es propia)
La disputa del gorrión en el alero,
La redonda luna llena y el cielo cargado de estrellas,
Y la estridente salmodia de las hojas siempre parlanchinas
Habían ocultado el viejo y cansino grito de la tierra.
Y entonces llegaste tú con esos labios cárdenos y afligidos
Y contigo vino todo el lloriqueo del mundo,
Y todas las penas de su laboriosa carga,
Y todo el peso de sus miriadas de años.
Y ahora los gorriones altercando en el alero,
La luna pálida como el cuajo, las plateadas estrellas del cielo,
Y la pesada salmodia de las hojas inquietas
Son sacudidas por ese viejo y cansino grito de la tierra
Monday, October 12, 2009
MY STROLL ALONG AN EMERALD GREEN IRELAND
Here is a link to this wonderful experience with all the details an authentic mountaineer could be eager for. Enjoy and have fun. Can you recognise anyone in the group? Who would say youth is a long way away from us!
ARDARA WALKING FESTIVAL
ARDARA WALKING FESTIVAL
FEMENIA AL PIANO. DOS FAVORITAS
Uno se consuela de los embates de la sucia política con la música, el mayor consuelo para cualquier espíritu contemplativo. Ahí os va una interpretación del primer movimiento de la sonata en Fa Mayor Kv 332 de Mozart por la carismática portuguesa Joao Pires: expresa la máxima relevancia con la mayor economía de recursos. Convierte al piano solo en música de cámara, música para la intimidad y el silencio de una gran sala: así la vi hace unos años en el Palau. Cuando se termine el primer movimiento aparece en la pantalla el segundo y creo que el tercero. Id pinchando y escucharéis toda la sonata entera.
MOZART KV 332 por Joao Pires
IN MEMORIAM ¿Y cómo olvidar a la gran exponente del pianismo español que acaba de abandonar por siempre su sitio en la banqueta? Alicia de Larrocha; sus Albéniz, Granados, Falla y demás compositores de la Iberia nuestra desfilaron por sus estrechas y menudas manos que ligaban la música a base de saltos que el ojo casi ni detectaba.
JEREZ de Iberia Alicia de Larrocha
MOZART KV 332 por Joao Pires
IN MEMORIAM ¿Y cómo olvidar a la gran exponente del pianismo español que acaba de abandonar por siempre su sitio en la banqueta? Alicia de Larrocha; sus Albéniz, Granados, Falla y demás compositores de la Iberia nuestra desfilaron por sus estrechas y menudas manos que ligaban la música a base de saltos que el ojo casi ni detectaba.
JEREZ de Iberia Alicia de Larrocha
Gesang der Geister über den Wassern, D. 714
Y deleitaros con Schubert y su puesta en solfa del poema de Goethe. Intimidad, asombro, recogimiento... para hablar a solas consigo mismo. Un engendro minoritario para espíritus selectos, esos que están compuestos en su totalidad por AGUA. Espíritu y palabra confundidos. Dirige Hannoncourt, siempre fiel a la música original de su tiempo y al instrumento sin evolucionar.
La traducción al francés del poema:
L'âme des hommes est comme l'eau:Elle vient du ciel, elle s'élève vers le ciel, et à nouveau elle doit redescendre vers la terre,Éternellement changeante. Elle court depuis les hautes, abruptes parois rocheuses cette pure clarté, puis se pulvérise doucement en ondes nébuleuses sur les rochers lisses, et facilement accueillie elle ondule, se dissimulant avec un léger murmure dans les profondeurs d'en-bas.Des falaises en surplomb, s'opposant à sa chute, elle écume,grincheuse, degré par degré vers l'abîme. Dans son lit aplani, elle se glisse dans les prés du val, et dans le miroir du lac tous les astres admirent leur visage. Pour la vague, le vent est un amant charmant; depuis le sol, il se mêle à l'écume des vagues. Âme de l'homme, comme tu ressembles à l'eau! Destin de l'homme, comme tu ressembles au vent.
Gesang der Geister über den Wassern, D. 714
Aquí tenéis otro enlace Canción del espíritu sobre las aguas donde podéis escuchar una versión mínima y bien trabada del grupo Concentum Vocalis de Viena y el Conjunto de cuerda de la Filarmónica de la misma ciudad dirigidos por el austríaco Herbert Böck
La traducción al francés del poema:
L'âme des hommes est comme l'eau:Elle vient du ciel, elle s'élève vers le ciel, et à nouveau elle doit redescendre vers la terre,Éternellement changeante. Elle court depuis les hautes, abruptes parois rocheuses cette pure clarté, puis se pulvérise doucement en ondes nébuleuses sur les rochers lisses, et facilement accueillie elle ondule, se dissimulant avec un léger murmure dans les profondeurs d'en-bas.Des falaises en surplomb, s'opposant à sa chute, elle écume,grincheuse, degré par degré vers l'abîme. Dans son lit aplani, elle se glisse dans les prés du val, et dans le miroir du lac tous les astres admirent leur visage. Pour la vague, le vent est un amant charmant; depuis le sol, il se mêle à l'écume des vagues. Âme de l'homme, comme tu ressembles à l'eau! Destin de l'homme, comme tu ressembles au vent.
Gesang der Geister über den Wassern, D. 714
Aquí tenéis otro enlace Canción del espíritu sobre las aguas donde podéis escuchar una versión mínima y bien trabada del grupo Concentum Vocalis de Viena y el Conjunto de cuerda de la Filarmónica de la misma ciudad dirigidos por el austríaco Herbert Böck
Tuesday, October 06, 2009
UNA SOPRANO DE PASARELA
Ya no acostumbra a verse sopranos bien armadas de esqueleto óseo y recubrimiento muscular para acometer el papel de las Walkirias wagnerianas. Ahora ya algunas dan la talla para el desfile de cualquier pasarela. Este detalle machista en el fondo no me importa. O tal vez sí y por eso lo pongo de relieve. No debería, al menos. De Anna Netrebko, una dulce muchacha de mirada más pícara que inocente; de costumbres de mucho cuidado: tira al blanco con la misma precisión y constancia con que tira de visa. De ella, digo, me importa de verdad su voz y la desenvoltura de su interpretación casi desafiante. Que gane la música.
Echad también una mirada a "Quando m'en vo" de la Bohème que aparece a la derecha en Videos relacionados una vez se abra el enlace. Allí también la interpretación del "O mio bambino.." por una Callas que no atravesaba entonces por sus mejores momentos como sí lo hacía cuando interpretaba en calidad de divina "La mamma morta" en este último despliegue del enlace. Comparad y decidid.
O MIO BAMBINO CARO por Anna Netrebko
O MIO BAMBINO CARO por Anna Netrebko
Monday, September 28, 2009
¡QUÉ JODIDA Y PUTA VIDA!
Vuelvo de este largo puente del Pilar en que no he visto la tele ni oído la radio con la noticia de que el Nobel de la Paz se lo han atribuido a un tal Obama (Obama, Osama, Ofama, OhBuana, Osllama, Oscalma, Ohmamma, Afgano, Irakno) ¿Quién es tal pretendiente, oh dioses? ¿Alguien que se ha puesto de escudo entre los asediantes y los asediados en alguna guerra? ¿Alguien que ha negociado todas las paces de todas las guerras en que está inmerso su país? ¿Alguien con un espíritu transparente y desinteresado que está dispuesto a dar la vida por los demas? Aunque tal vez haya ya otro Oswald acechando en la oscuridad de algún rascacielos para repetir aquella tragedia de Dallas; pero en todo caso sería una muerte no pretendida ni anunciada ni intermediada. No, no. ¿Son sus méritos haber sucedido a un servil y odioso Bush? ¿O tal vez se debe su ascenso a ser el presidente de un país al que toda la política internacional teme y ante el que tiembla?. El comité de designación de los JJOO de 2016 ha sido más independiente y menos temeroso al excluir al Chicago capitalizado por el mismo pretendiente de color. Un premio de tan prestigiosa reputación sería entonces el fruto de la mera hipocresía y la falacia. ¿Es por falta de candidatos idóneos? Viendo en la lista a Piedad Córdoba, a Barenboim uno tiene sus dudas. Tal vez a Paris Hilton, porque muchos brutos de la tele, la red y del sexo se quedan en paz después de darse un descanso con ella. A Fidel Castro porque lleva más de 50 años sin guerra en su país –todo un récord- O a la coral universitaria de Valencia que canta todas las navidades su consabida nochedepaz.
Cualquiera puede, cualquiera, aspirar a ese galardón a partir de ahora; cuanto más miserable, mejor. Ese el mensaje que se saca de la concesión del año actual. A este paso el próximo se lo darán a un segundón de pro como es un tal Zapatero, segundón de Felipín a quien imita obsesivamente en sus gestos e inflexiones, aunque con total incapacidad vocabularística; segundón de Obama, que le ha arrebatado una fama que aquél creía merecer por su condición de visionario de las civilizaciones y de la economía de su país, pero para la que tiene menos tirada y postura que el americano; y porque no sabe inglés. Hoy recibe aquel a este. Se le estará cayendo la baba de gusto, lo que no oculta ante las cámaras. La trampa o el precio que habrá que pagar -ya lo veréis- es la cantidad de presos de Guantánamo que se vendrán de vacaciones para este país y la concesión de más de efectivos que se irán al infierno de Afganistán. Esta piltrafa de politiquillos son tan peligrosos como los reaccionarios. Y así este premio que debería ser una propuesta de un ejemplo a seguir y de una personalidad u organización que se deje la piel por llevar a este mundo de violencia in crescendo la verdadera paz, se está cada vez más “llenando de mierda” –en palabras de CJCela, que también pudo haberlo merecido después de escribir su Diccionario secreto. Desde hoy Oh-Bama, te repudio un poco más. Y para los miserables concesionarios de dicho premio, por su parcialidad, su dependencia, su chaquetería, su lameculería... mi más denigrante desprecio.
Cualquiera puede, cualquiera, aspirar a ese galardón a partir de ahora; cuanto más miserable, mejor. Ese el mensaje que se saca de la concesión del año actual. A este paso el próximo se lo darán a un segundón de pro como es un tal Zapatero, segundón de Felipín a quien imita obsesivamente en sus gestos e inflexiones, aunque con total incapacidad vocabularística; segundón de Obama, que le ha arrebatado una fama que aquél creía merecer por su condición de visionario de las civilizaciones y de la economía de su país, pero para la que tiene menos tirada y postura que el americano; y porque no sabe inglés. Hoy recibe aquel a este. Se le estará cayendo la baba de gusto, lo que no oculta ante las cámaras. La trampa o el precio que habrá que pagar -ya lo veréis- es la cantidad de presos de Guantánamo que se vendrán de vacaciones para este país y la concesión de más de efectivos que se irán al infierno de Afganistán. Esta piltrafa de politiquillos son tan peligrosos como los reaccionarios. Y así este premio que debería ser una propuesta de un ejemplo a seguir y de una personalidad u organización que se deje la piel por llevar a este mundo de violencia in crescendo la verdadera paz, se está cada vez más “llenando de mierda” –en palabras de CJCela, que también pudo haberlo merecido después de escribir su Diccionario secreto. Desde hoy Oh-Bama, te repudio un poco más. Y para los miserables concesionarios de dicho premio, por su parcialidad, su dependencia, su chaquetería, su lameculería... mi más denigrante desprecio.
En homenaje de todos ellos
Thursday, August 20, 2009
CAVE DEAM. LOS ANTIGUOS DIOSES AÚN SE VENGAN
DELOS, la isla donde no se nace ni se muere; la isla de las ofrendas, de los tesoros, del comercio y de la religión griega. Donde Júpiter ocultó el fruto de sus amores adúlteros con Leta. La cuna de Apolo y Artemisa. La llegada a la isla da sensación de tranquilidad y paz. En el mar aún no hiere el meltmen que se levantará en breve y azotará el Egeo durante una semana. Detrás de su puertecito se ven esparcidos a lo largo de la costa los restos de la antigua Delos donde inicialmente estuvieron los templos de ambos dioses, la palmera que los vio nacer y la galería de los repuestos leones estilizados, más asirios que micénicos, que solo necesitan bostezar más que rugir para mantener a los peregrinos a raya. En el centro de la isla, más allá del actual museo, el monte Cinto (Cintos se llamó también la isla en un tiempo). Se distingue claramente la senda escalonada que asciende a su cima. Hace un día de calor sofocante. Después de la visita turística de rigor, de leer los apuntes de las guías, de visitar su no muy refrescante museo -allí al menos no azota el sol de justicia- y de sonreír a algún que otro falo que, como en Pompeya, da noticia del ejercicio de una de las pocas juergas que entonces se podían permitir los humanos y la pasión por excelencia de los dioses -por encima de la bélica-, me decido a ascender a su única altura, el monte Cinto, de apenas 113 metros. El excesivo calor hace proferir alguna que otra injuria; pienso entonces que por qué no volver dicha ofensa contra una divinidad del lugar. Lo propio. Entonces blasfemo "me c* en Artemisa". Apenas había acabado de proferirlo casi me trago el escalón que estaba en esos momentos iniciando; me hubiera dejado los dientes allí. En la bajada perdí mi codiciado gorro con bolsillito, que me resguardaba de la furia de Apolo. Tal vez volado por el ímpetu de su soplo aniquilador. Oh, dioses, perdonad los improperios de este atrevido humano que os creía bien dormidos en la vorágine de la historia. La furia que arrasó Troya aún persiste; y no hay mayor ofensa para un dios griego que el que se le desconsidere. Pienso en Ulises; su órdago a Poseidón le supuso un destierro de diez años de su patria y de los abrazos de su excelsa mujer Penélope (aunque bien sustituidos por los abrazos abrasivos de Circe). A la vuelta a Mykonos temí que mi barco también se fuera a perder en las procelosas y espumosas aguas egeas y me viera privado de mi patria y mi familia por otros diez años. Arriba del monte Cinto el viento soplaba con rigor y era casi imposible mantener la posición; a sus pies la calma era absoluta. A solo cien metros de vuelo los dioses ya hacen alarde de su poderío. Todo el monte estaba sembrado de fitas de piedrecitas con que los abstrusos turistas intentan eternizar su paso por la isla. Me abstuve por no dar más motivos a Artemisa para su furia. Y por no ser un necio turista más.
Tuesday, August 18, 2009
CAMINATA OIA-IMEROVIGLI-FIRA-KARTERADOS
MARTES 28 JUL 09
El día había sido glorioso: en barco del puerto de Fira a Athinios Limani (el puerto principal de Santorini; puerto se dice en griego “limani”). De aquí una vuelta por la caldera. Primero el cráter de Nea Kameni, luego los “hot springs” de Palia Kameni. Luego, Thirassia, el muro perdido en el mar de la gran caldera. Por fin, Oia (pronúnciese Ía), el lugar privilegiado de las Cícladas para ver puestas de sol. Dejé el barco en el puertecito de pescadores en la base de su inmenso acantilado donde aparece el pueblo como nieve de invierno colgado cual nido de buitre en su alta pared. Para salvar el desnivel no queda más remedio que ascender sus 700 escalones tratando de esquivar al mulerío que baja y sube con turistas a lomos. Eran las 17:45 horas cuando ya en Oia me dediqué a preguntar si había alguna ruta que fuera cresteando hasta Fira para hacerlo a pie. Casi nadie se aventuraba a decir la posibilidad de una ruta. Por fin, saliendo de Oia por la calle más occidental di con un descampado y acertó a pasar por allí una furgoneta. El conductor sí sabía de dicha ruta que me indicó pero avisándome de no iniciarla a estas horas (eran ya las 18:00) pues se podía echar la noche encima y la visibilidad del camino es nula. Aún así lo intenté. Tenía por delante 10 kilómetros de sube y baja, al compás del propio acantilado o paredón de toda esta parte norte de la isla. Fue un acierto iniciarlo. Empecé ascendiendo hasta un monte culminado por una iglesia ortodoxa (te las puedes encontrar por doquier y las hay a cientos; a lo largo del camino me topé con una docena). El recorrido está en su mayor parte delimitado por unos muros de piedra y su firme es a base de empedrado o de tierra pisada. Hacer por las cumbres el paseo de la hoz que parte desde el cabo Mauropetra al norte hasta el cabo Troulos a la altura de Imerovigli es un regalo excepcional que completa de arriba abajo la visión de la isla que se tiene de abajo arriba cuando se arriba en barco desde Naxos dejando pasmados y expectantes en cubierta a la totalidad del pasaje del barco; las tierras oscuras de antiguas lavas volcánicas, las hierbas aromáticas, sobre todo orégano –allí casi todo en el monte lo es- los lagartos solazándose al sol de la arena negra, las siemprevivas, las pandas blancas de sus ermitas, sus cúpulas azules; ver el mar a derecha e izquierda en el estrechamiento del norte de la isla como una cola de dragón serpenteante y durmiente, contemplar el tráfico no muy abundante pero caótico que transcurre por la carretera, cruzarse con los últimos romeros que hacen la ruta inversa a la mía y que ya van llegando a Oia, dejarse cegar por los colores blanco y pastel de las calles y las casas. A veces el camino se convierte en una escalera. La vista casi siempre a la derecha adonde está el verdadero espectáculo. Pasar por pueblecitos blancos y poco habitados: Finikia, Imerovigli (donde tuve que proveerme de agua en un mikro-market, pues se me había terminado) y desde allí hasta Firostefani y Fira un arriate interminable de chalets de lujo y urbanizaciones de más categoría para el privilegio de los que pueden permitirse las vistas de la caldera y del sol atardeciendo el mar de un azul intenso y puro. Algún que otro paseante de perros (afganos y razas dignas). Alguna que otra chica en forma haciendo footing. En solitario casi toda la ruta. Ruta fácil, por cierto, que se hace a un ritmo más lento de lo normal por lo espectacular del trayecto. Muchas simas se abren a plomo sobre el desnivel al mar casi a pie del camino. La entrada en Fira por la calle alta donde se concentra el turista para ver la puesta del sol. Atravesar la ciudad de norte a sur para salir a la carretera que lleva a Karterados donde está el hotel. Una refrescante ducha para volver a Fira a disfrutar de la vida nocturna y de su tráfico de tendeantes y el desfile de sus esculturales figurines (ellos y ellas) con una capa más de sol bronceando sus pieles brillantes. La luna sustituye al sol y lanza su mirada lánguida sobre las lucecitas de las calles abalconadas que parecen desplomarse sobre un mar sin fondo mientras desde los restaurantes con vistas las parejas silencian sus diálogos para dejarse invadir por el silencio y el misterio de todo el entorno. Uno la experiencia de estos atardeceres mágicos a otros como en Jerusalem desde el memorial del Holocausto (Yad Vashem or Hill of Remembrance) o desde Einkerem; en Bergen desde la colina de Floyen. Atardecer en Toledo desde el cigarral de Menores; atardecer desde cala Pi en el mar de Mallorca o atardecer en la Calderona desde el mirador de mi casa. El sol como óbolo que se aloja en la hucha del horizonte; el sol que se compenetra con el paisaje arcilloso como una pátina de oro. Sol, tierra, mar y aire -jugando a inventar los "arjai" de mi mundo.
Se dice como tópico de Santorini que en ella hay más vino que agua, más acémilas que personas y más iglesias que casas. Yo también advertí que en las islas griegas no hay tejas. Las únicas que hallé fueron las de la techumbre de la iglesia Hekatontapyliani (la de las cien puertas) de Parikia. Me gustaría saber si Homero alguna vez las nombra en su obra. La terraza es la exclusiva cubierta de las casas y a veces la bóveda de cañón encalada de blanco por fuera, a la postre una rememoración del barco -auténtico hogar del griego antiguo- . Pero hay viento y mar y el eco lejano de los navegantes que como Ulises y Jasón y sus Argonautas añoran el agua como singladura. Su patria es el mar y no la tierra. Hoy ante tanto alquitrán occidental se desesperarían hasta poder como antaño y a la vista de los océanos gritar de entusiasmo: "Thalassa, thalassa".
Duele ver estos días toda la zona circundante de Atenas calcinada por las llamas que han amenazado también Marathon -un enclave único de la proeza humana hacia su libertad- y quién sabe si a este paso también la excelsa acrópolis. Las llamas pueden degenerar en un ciclópeo desastre cultural. Sería lamentable. Nos quedaría el único refugio del mar. Allí no hay incendios. Los pueblos mediterráneos no somos un buen garante de custodia de legados culturales. Nuestra sangre es demasiado caliente y necesita de pulsiones más acaloradas para incendiarse y comenzar a rodar, a defender, a luchar. España, Italia, Grecia somos veneros de luchas civiles más que mantenedores de cultura. Y es una pena que habiendo sido en torno nuestro donde se han dado los más altos designios de cultura y humanización, no poseamos la misma energía para defenderla del paso del tiempo. Somos principalmente museos de ruinas. El Prado, la gran excepción, ¿por cuánto tiempo se librará aún de algún cortocircuito, bomba atómica o atentado terrorista? Espero que nos colonicen pronto seres de otra galaxia y puedan congelar en una burbuja la poca sensatez que aún nos queda.
Tuesday, August 11, 2009
CAMINATA OIA-FIRA EN SANTORINI
MARTES 28 JUL 09
El día había sido glorioso: en barco del puerto de Fira a Athinios Limani (el puerto principal de Santorini; puerto se dice en griego “limani”). De aquí una vuelta por la caldera. Primero el cráter de Nea Kameni, luego los “hot springs” de Palia Kameni. Luego, Thirassia, el muro perdido en el mar de la gran caldera. Por fin, Oia (pronúnciese Ía), el lugar privilegiado de las Cícladas para ver puestas de sol. Dejé el barco en el puertecito de pescadores en la base de su inmenso acantilado donde aparece el pueblo como nieve de invierno colgado cual nido de buitre en su alta pared. Para salvar el desnivel no queda más remedio que ascender sus 700 escalones tratando de esquivar al mulerío que baja y sube con turistas a lomos. Eran las 17:45 horas cuando ya en Oia me dediqué a preguntar si había alguna ruta que fuera cresteando hasta Fira para hacerlo a pie. Casi nadie se aventuraba a decir la posibilidad de una ruta. Por fin, saliendo de Oia por la calle más occidental di con un descampado y acertó a pasar por allí una furgoneta. El conductor sí sabía de dicha ruta que me indicó pero avisándome de no iniciarla a estas horas (eran ya las 18:00) pues se podía echar la noche encima y la visibilidad del camino es nula. Aún así lo intenté. Tenía por delante 10 kilómetros de sube y baja, al compás del propio acantilado o paredón de toda esta parte norte de la isla. Fue un acierto iniciarlo. Empecé ascendiendo hasta un monte culminado por una iglesia ortodoxa (te las puedes encontrar por doquier y las hay a cientos; a lo largo del camino me topé con una docena). El recorrido está en su mayor parte delimitado por unos muros de piedra y su firme es a base de empedrado o de tierra pisada. Hacer por las cumbres el paseo de la hoz que parte desde el cabo Mauropetra al norte hasta el cabo Troulos a la altura de Imerovigli es un regalo excepcional que completa de arriba abajo la visión de la isla que se tiene de abajo arriba cuando se arriba en barco desde Naxos dejando pasmados y expectantes en cubierta a la totalidad del pasaje del barco; las tierras oscuras de antiguas lavas volcánicas, las hierbas aromáticas, sobre todo orégano –allí casi todo en el monte lo es- los lagartos solazándose al sol de la arena negra, las siemprevivas, las pandas blancas de sus ermitas, sus cúpulas azules; ver el mar a derecha e izquierda en el estrechamiento del norte de la isla como una cola de dragón serpenteante y durmiente, contemplar el tráfico no muy abundante pero caótico que transcurre por la carretera, cruzarse con los últimos romeros que hacen la ruta inversa a la mía y que ya van llegando a Oia, dejarse cegar por los colores blanco y pastel de las calles y las casas. A veces el camino se convierte en una escalera. La vista casi siempre a la derecha adonde está el verdadero espectáculo. Pasar por pueblecitos blancos y poco habitados: Finikia, Imerovigli (donde tuve que proveerme de agua en un mikro-market, pues se me había terminado) y desde allí hasta Firostefani y Fira un arriate interminable de chalets de lujo y urbanizaciones de más categoría para el privilegio de los que pueden permitirse las vistas de la caldera y del sol atardeciendo el mar de un azul intenso y puro. Algún que otro paseante de perros (afganos y razas dignas). Alguna que otra chica en forma haciendo footing. En solitario casi toda la ruta. Ruta fácil, por cierto, que se hace a un ritmo más lento de lo normal por lo espectacular del trayecto. Muchas simas se abren a plomo sobre el desnivel al mar casi a pie del camino. La entrada en Fira por la calle alta donde se concentra el turista para ver la puesta del sol. Atravesar la ciudad de norte a sur para salir a la carretera que lleva a Karterados donde está el hotel. Una refrescante ducha para volver a Fira a disfrutar de la vida nocturna y de su tráfico de tendeantes y el desfile de sus esculturales figurines (ellos y ellas) con una capa más de sol bronceando sus pieles brillantes. La luna sustituye al sol y lanza su mirada lánguida sobre las lucecitas de las calles abalconadas que parecen desplomarse sobre un mar sin fondo mientras desde los restaurantes con vistas las parejas silencian sus diálogos para dejarse invadir por el silencio y el misterio de todo el entorno. Uno la experiencia de estos atardeceres mágicos a otros como en Jerusalem desde el memorial del Holocausto (Yad Vashem or Hill of Remembrance) o desde Einkerem; en Bergen desde la colina de Floyen. Atardecer en Toledo desde el cigarral de Menores; atardecer desde cala Pi en el mar de Mallorca o atardecer en la Calderona desde el mirador de mi casa. El sol como óbolo que se aloja en la hucha del horizonte; el sol que se compenetra con el paisaje arcilloso como una pátina de oro. Sol, tierra, mar y aire -jugando a inventar los "arjai" de mi mundo.
Se dice como tópico de Santorini que en ella hay más vino que agua, más acémilas que personas y más iglesias que casas. Yo también advertí que en las islas griegas no hay tejas. Las únicas que hallé fueron las de la techumbre de la iglesia Hekatontapyliani (la de las cien puertas) de Parikia. Me gustaría saber si Homero alguna vez las nombra en su obra. La terraza es la exclusiva cubierta de las casas y a veces la bóveda de cañón encalada de blanco por fuera, a la postre una rememoración del barco -auténtico hogar del griego antiguo- . Pero hay viento y mar y el eco lejano de los navegantes que como Ulises y los 10 Argonautas añoran el agua como singladura. Su patria es el mar y no la tierra. Hoy ante tanto alquitrán occidental se desesperarían hasta poder como antaño y a la vista de los océanos gritar de entusiasmo: "Thalassa, thalassa".
Duele ver estos días toda la zona circundante de Atenas calcinada por las llamas que han amenazado también Marathon -un enclave único de la proeza humana hacia su libertad- y quién sabe si a este paso también la excelsa acrópolis. Las llamas pueden degenerar en un ciclópeo desastre cultural. Sería lamentable. Nos quedaría el único refugio del mar. Allí no hay incendios. Los pueblos mediterráneos no somos un buen garante de custodia de legados culturales. Nuestra sangre es demasiado caliente y necesita de pulsiones más acaloradas para incendiarse y comenzar a rodar, a defender, a luchar. España, Italia, Grecia somos veneros de luchas civiles más que mantenedores de cultura. Y es una pena que habiendo sido en torno nuestro donde se han dado los más altos designios de cultura y humanización, no poseamos la misma energía para defenderla del paso del tiempo. Somos principalmente museos de ruinas. El Prado, la gran excepción, ¿por cuánto tiempo se librará aún de algún cortocircuito, bomba atómica o atentado terrorista? Espero que nos colonicen pronto seres de otra galaxia y puedan congelar en una burbuja la poca sensatez que aún nos queda.
El día había sido glorioso: en barco del puerto de Fira a Athinios Limani (el puerto principal de Santorini; puerto se dice en griego “limani”). De aquí una vuelta por la caldera. Primero el cráter de Nea Kameni, luego los “hot springs” de Palia Kameni. Luego, Thirassia, el muro perdido en el mar de la gran caldera. Por fin, Oia (pronúnciese Ía), el lugar privilegiado de las Cícladas para ver puestas de sol. Dejé el barco en el puertecito de pescadores en la base de su inmenso acantilado donde aparece el pueblo como nieve de invierno colgado cual nido de buitre en su alta pared. Para salvar el desnivel no queda más remedio que ascender sus 700 escalones tratando de esquivar al mulerío que baja y sube con turistas a lomos. Eran las 17:45 horas cuando ya en Oia me dediqué a preguntar si había alguna ruta que fuera cresteando hasta Fira para hacerlo a pie. Casi nadie se aventuraba a decir la posibilidad de una ruta. Por fin, saliendo de Oia por la calle más occidental di con un descampado y acertó a pasar por allí una furgoneta. El conductor sí sabía de dicha ruta que me indicó pero avisándome de no iniciarla a estas horas (eran ya las 18:00) pues se podía echar la noche encima y la visibilidad del camino es nula. Aún así lo intenté. Tenía por delante 10 kilómetros de sube y baja, al compás del propio acantilado o paredón de toda esta parte norte de la isla. Fue un acierto iniciarlo. Empecé ascendiendo hasta un monte culminado por una iglesia ortodoxa (te las puedes encontrar por doquier y las hay a cientos; a lo largo del camino me topé con una docena). El recorrido está en su mayor parte delimitado por unos muros de piedra y su firme es a base de empedrado o de tierra pisada. Hacer por las cumbres el paseo de la hoz que parte desde el cabo Mauropetra al norte hasta el cabo Troulos a la altura de Imerovigli es un regalo excepcional que completa de arriba abajo la visión de la isla que se tiene de abajo arriba cuando se arriba en barco desde Naxos dejando pasmados y expectantes en cubierta a la totalidad del pasaje del barco; las tierras oscuras de antiguas lavas volcánicas, las hierbas aromáticas, sobre todo orégano –allí casi todo en el monte lo es- los lagartos solazándose al sol de la arena negra, las siemprevivas, las pandas blancas de sus ermitas, sus cúpulas azules; ver el mar a derecha e izquierda en el estrechamiento del norte de la isla como una cola de dragón serpenteante y durmiente, contemplar el tráfico no muy abundante pero caótico que transcurre por la carretera, cruzarse con los últimos romeros que hacen la ruta inversa a la mía y que ya van llegando a Oia, dejarse cegar por los colores blanco y pastel de las calles y las casas. A veces el camino se convierte en una escalera. La vista casi siempre a la derecha adonde está el verdadero espectáculo. Pasar por pueblecitos blancos y poco habitados: Finikia, Imerovigli (donde tuve que proveerme de agua en un mikro-market, pues se me había terminado) y desde allí hasta Firostefani y Fira un arriate interminable de chalets de lujo y urbanizaciones de más categoría para el privilegio de los que pueden permitirse las vistas de la caldera y del sol atardeciendo el mar de un azul intenso y puro. Algún que otro paseante de perros (afganos y razas dignas). Alguna que otra chica en forma haciendo footing. En solitario casi toda la ruta. Ruta fácil, por cierto, que se hace a un ritmo más lento de lo normal por lo espectacular del trayecto. Muchas simas se abren a plomo sobre el desnivel al mar casi a pie del camino. La entrada en Fira por la calle alta donde se concentra el turista para ver la puesta del sol. Atravesar la ciudad de norte a sur para salir a la carretera que lleva a Karterados donde está el hotel. Una refrescante ducha para volver a Fira a disfrutar de la vida nocturna y de su tráfico de tendeantes y el desfile de sus esculturales figurines (ellos y ellas) con una capa más de sol bronceando sus pieles brillantes. La luna sustituye al sol y lanza su mirada lánguida sobre las lucecitas de las calles abalconadas que parecen desplomarse sobre un mar sin fondo mientras desde los restaurantes con vistas las parejas silencian sus diálogos para dejarse invadir por el silencio y el misterio de todo el entorno. Uno la experiencia de estos atardeceres mágicos a otros como en Jerusalem desde el memorial del Holocausto (Yad Vashem or Hill of Remembrance) o desde Einkerem; en Bergen desde la colina de Floyen. Atardecer en Toledo desde el cigarral de Menores; atardecer desde cala Pi en el mar de Mallorca o atardecer en la Calderona desde el mirador de mi casa. El sol como óbolo que se aloja en la hucha del horizonte; el sol que se compenetra con el paisaje arcilloso como una pátina de oro. Sol, tierra, mar y aire -jugando a inventar los "arjai" de mi mundo.
Se dice como tópico de Santorini que en ella hay más vino que agua, más acémilas que personas y más iglesias que casas. Yo también advertí que en las islas griegas no hay tejas. Las únicas que hallé fueron las de la techumbre de la iglesia Hekatontapyliani (la de las cien puertas) de Parikia. Me gustaría saber si Homero alguna vez las nombra en su obra. La terraza es la exclusiva cubierta de las casas y a veces la bóveda de cañón encalada de blanco por fuera, a la postre una rememoración del barco -auténtico hogar del griego antiguo- . Pero hay viento y mar y el eco lejano de los navegantes que como Ulises y los 10 Argonautas añoran el agua como singladura. Su patria es el mar y no la tierra. Hoy ante tanto alquitrán occidental se desesperarían hasta poder como antaño y a la vista de los océanos gritar de entusiasmo: "Thalassa, thalassa".
Duele ver estos días toda la zona circundante de Atenas calcinada por las llamas que han amenazado también Marathon -un enclave único de la proeza humana hacia su libertad- y quién sabe si a este paso también la excelsa acrópolis. Las llamas pueden degenerar en un ciclópeo desastre cultural. Sería lamentable. Nos quedaría el único refugio del mar. Allí no hay incendios. Los pueblos mediterráneos no somos un buen garante de custodia de legados culturales. Nuestra sangre es demasiado caliente y necesita de pulsiones más acaloradas para incendiarse y comenzar a rodar, a defender, a luchar. España, Italia, Grecia somos veneros de luchas civiles más que mantenedores de cultura. Y es una pena que habiendo sido en torno nuestro donde se han dado los más altos designios de cultura y humanización, no poseamos la misma energía para defenderla del paso del tiempo. Somos principalmente museos de ruinas. El Prado, la gran excepción, ¿por cuánto tiempo se librará aún de algún cortocircuito, bomba atómica o atentado terrorista? Espero que nos colonicen pronto seres de otra galaxia y puedan congelar en una burbuja la poca sensatez que aún nos queda.
Tuesday, July 07, 2009
LANG LANG -Ruptura y genialidad en el pianismo moderno-
LISZT Hungarian Rhapsody
Lang Lang special method of rehearsal
Lang Lang plays Chopin with an orange in his right hand
A la derecha tenéis varias interpretaciones suyas. Escuchad el "Liebestraum" de Listz.
Pero BARENBOIM domina por su entendimiento de la música. Ved esta clase magistral a Lang Lang
Enjoy
Lang Lang special method of rehearsal
Lang Lang plays Chopin with an orange in his right hand
A la derecha tenéis varias interpretaciones suyas. Escuchad el "Liebestraum" de Listz.
Pero BARENBOIM domina por su entendimiento de la música. Ved esta clase magistral a Lang Lang
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ADIÓS AL CUERVO LÓPEZ
A veces encuentra uno blogs que son una auténtica delicia. Una de ellas era el Blog del Cuervo López Cultura, música (predilección por Mahler en sus múltiples facetas e interpretaciones), comentarios generales, política argentina. El cuervo se ha ido y ya no le volveremos a oír graznar. Adiós, Cuervo. Que esa eternidad de silencio y soledad que ahora habitas siga alimentando tu recuerdo con la palabra y la música que aquí nos dejas. Siento la pérdida de tu amistad anónima. Feliz vuelo, Cuervo.
Otra página que tenía un atractivo especial, libertaria, transgresora, cultural y culta era http://www.elagoradeatenas.blogspot.com/ pero ha sido borrada no sé por qué extraños misterios. Sic transit gloria mundi.
Otra página que tenía un atractivo especial, libertaria, transgresora, cultural y culta era http://www.elagoradeatenas.blogspot.com/ pero ha sido borrada no sé por qué extraños misterios. Sic transit gloria mundi.
Tuesday, June 30, 2009
POR FIN LOS SEIS JUNTOS
Tuvo que ser un festejo (el bautizo de Marcos, hijo de David y de Raquel y nieto de Pedro) el que por fin nos juntara a todos los hermanos por primera vez. La víspera me alojé donde Pedro después de no sé cuántos vericuetos para llegar a su casa hasta que Pedro y Raquel me rescataron de mi extravío por algún sitio del Parque Coimbra. Estaban Rosi, sus padres y Paula, la otra nieta, pensando ya en el color de sus uñas para la ceremonia. Por la noche se acercaron Víctor y Juan con sus respectivas. Tomamos unas raciones de quesos, foie-gras, jamón, chorizos y más fiambres, regados con cerveza y chupitos con que nos obsequió Pedro en una terraza al aire fresco de la noche. Algo de sobremesa y a las 2 de la noche nos íbamos a dormir. Al día siguiente la marabunta: vestirse y acicalarse, reunirse y ya todos de postín llegar a un lugar mágico como es el pueblo de Navalcarnero. Las gentes del lugar se desparramaban por sus calles peatonales y soportales de vetustas y bien cuidadas casas solariegas en el mercadito de artes de mantelería (encajes, bolillos). El enorme volumen de su iglesia de estilo castellano se expandía alrededor de su torre mudéjar rematada con chapitel escurialense de pizarra. Ceremonia larga con ocho bautizos entre el altar y la capilla plateresca de su virgen. David, el padre de la criatura, estuvo omnipresente y atento a todos los movimientos de la comitiva como después en el banquete y atentísimo para con su hijo. Departimos a la entrada y a la salida. Y de nuevo en marcha para ir al banquete en Móstoles (¿o era ya Fuenlabrada?). Surtido banquete en comer y beber. Seguía insistiendo David en que pidiéramos a discreción. La sobremesa esta vez se hizo larga sin darnos cuenta; tánto había que comentar. Se terminaba a las 8 de la tarde con la partida de los demás hermanos. Yo me quedé un rato con familiares y amigos de Rosi y Pedro hasta que una hora más tarde también tocaba regreso. Me cambié para el viaje de vuelta a Valencia que, tras perder el hilo de la M50, me llevó por su hermana menor la M30 al mismísimo centro de Madrid; eso es que yo tenía querencia inconsciente, pero a esas alturas del día y del cansancio me supuso un retraso de más de una hora. Gracias, Pedro y Rosi, por vuestra acogida y cariño. Gracias a Paula por sus gracias y decires con que nos ha encandilado a todos. Gracias, David y Raquel, por vuestra constante atención. Gracias a todos. Esta fiesta no la olvidaremos. Espero que se prolongue en Salillas dentro de dos semanas.
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